Encontrar focos de incendios a través de fotografías, localizar personas en peligro o detectar movimientos criminales sospechosos son algunas de las funciones que han adquirido los drones usados por bomberos y policías.
En palabras del jefe del Departamento de bomberos de Los Ángeles, Richard Fields, “la llegada de los drones cambió el juego para nosotros”. Según expuso durante una conferencia especializada en la ciudad estadounidense, “a donde no podemos ir, va un avión no tripulado, en donde no podemos ver, un dron llega”.
En el caso del Cuerpo de Bomberos en Los Ángeles hay 10 drones y ocho pilotos, funcionarios a cargo de las precisas y poderosas cámaras, que son capaces de enfocar la placa de un auto, incluso, a 1,5 kilómetros de distancia.
Las capacidades de visión a distancia permiten buscar focos de incendios forestales o ubicar personas desaparecidas en un bosque. Según Romeo Durscher, encargado de enlazar entre los servicios de emergencia y la fabricante china de drones DJI, el uso de este tipo de aparatos por agencias gubernamentales se sextuplicó entre 2015 y 2018, y ha ayudado a salvar a 278 personas en el mundo hasta la fecha.
Para el bombero Fields, el dron “surte el vacío que dejan los helicópteros en el aire y las botas en el terreno”, según señaló a la AFP durante el congreso AirWorks, organizado por la compañía china fabricante de drones DJI.
“Nos proporciona información rápida y precisa para tomar mejores decisiones y evaluar la urgencia de una situación”, añadió, e hizo un balance de sus 300 operaciones con estas naves desde el 2017. “Ya no tengo que adivinar porque ahora estoy viendo”.
Estos sistemas aéreos no tripulados, por ejemplo, pueden facilitar la detección de gases tóxicos o la construcción de un mapa 3D de una zona de difícil acceso, reduciendo considerablemente tiempos y costos en el despliegue.
Todd McNeal, jefe de los bomberos en Twain Harte, una pequeña comunidad rural limítrofe con el parque nacional Yosemite de California y sus enormes y escarpados bosques, asegura que “no importa si eres pequeño o grande para emplear esta tecnología. No tienen que ser un gran departamento metropolitano”, dijo a la agencia
En términos de costo, la hora de vuelo de un dron comercial vale 50 dólares, significativamente menos de los 1.500 dólares que cuesta un helicóptero. Además, la aeronave tripulada no siempre puede volar si hay demasiado humo, tiene limitaciones para acercarse a los árboles, requiere recargar combustible y, además, envía imágenes con más retraso.
Por ejemplo, indicó McNeal que durante un incendio forestal en la reserva Yosemite, pudieron “descargar datos en menos de una hora, directamente del campo, y proporcionar a los hombres la información que necesitaban para detectar el peligro”.
Aunque no cree que el dron sea un sustituto del helicóptero, clave para evacuaciones o para trasladar personal, considera que los drones cambiaron la forma de trabajar, como lo hicieron en su tiempo los radios portátiles.
La policía también ha visto con buenos ojos la llegada de estos aliados mecánicos. Uno de sus usos es el de cartografiar las “escenas del crimen”.
Penny Ritter, una experta criminal del sheriff del condado de Alameda, cerca de San Francisco, coordina una flota de treinta drones y el equipo de policías que los operan diariamente.
Según Ritter, hace unos 10 años empezaron a documentar las escenas de un crimen con un escáner láser. “Era la principal fuente de documentación para las escenas de los crímenes”, explicó a AFP. Pero “tenía cables, un ordenador que se cargaba con el generador de un camión”.
En cuestión de años pasaron del escáner, que costaba 120.000 dólares y demoraba varias horas en registrar cada escena, a drones de 7.000 dólares, que entre 30 y 40 minutos hacen el mapeo sin importar las condiciones de la zona: si el terreno es escabroso, o si se trata de un edificio incendiado. Una muestra de ello es que en Francia, tras el incendio de abril, se usaron drones para mapear la catedral de Notre-Dame.